miércoles, 18 de diciembre de 2013

Platas - Susan Connell

Suspiras por el príncipe perdido.
Triste señora, que caen sobre ti
las peores palabras que se puedan decir.
-No quiero. No quiero – murmuras
Mientras tu mente
escapa de su lengua de trapo
Tienes los ojos húmedos.
Lágrimas de plata.
Ya no crees en ese Dios que se olvidó de ti.
El miedo te arrincona en una esquina. 



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